martes, 15 de julio de 2014

Urbanidad y urbanistas (10). Tras las huellas de Pablo de la Cruz

 

Pablo de la Cruz nació en Medellín en 1894 y murió en Bogotá en 1954. Representante de la generación centenarista, se  graduó como arquitecto en la Universidad Católica de Chile.

Fue director de Edificios Nacionales para la época de la inauguración de la sede de la Biblioteca Nacional (1938), obra de Alberto Wills Ferro.
 
A De la Cruz se le conoce principalmente por varios edificios estatales y una que otra residencia particular.

Desde el punto de vista histórico y político, es de destacar el Palacio de Justicia, o mejor, el primer palacio de justicia, que diseñó este arquitecto y que existió desde 1920 hasta 1948 en la esquina de la carrera 5a. con calle 11, donde hoy se encuentra la sede del Fondo de Cultura Económica o Centro Cultural Gabriel García Márquez.

La calle 11 entre los siglos XVI y XIX tuvo una gran importancia social. Partiendo de los lados de la catedral en sentido occidente-oriente, en esa equina quedó una capilla y el convento de La Enseñanza, aparte de la iglesia de La Candelaria y la Casa de la Moneda. 

Muchos años más tarde se establecieron allí el Ministerio de Gobierno, el Palacio Episcopal y la Nunciatura Apostólica, dependencias que como el propio Palacio de Justicia fueron incendiadas y destruidas el 9 de abril de 1948. Después del Bogotazo, los escombros del palacio se  recogieron y allí funcionó por cuarenta años un estacionamiento de vehículos oficiales, hasta que México encargó a Rogelio Salmona la que fue tal vez su última obra. 

 
Palacio de Justicia  incendiado el 9 de abril de 1948

El edificio del Instituto pedagógico Nacional (hoy Universidad Pedagógica Nacional, situado en la avenida de Chile y del que subsiste más o menos la mitad de la construcción original,   se construyó entre 1927 y 1932 y fue fruto de un acuerdo municipal que estipulaba la entregaba del  terreno a cambio de becas.

Los que queda del Instituto, deteriorado  por el uso y abuso de ese centro educativo, es escenario de vez en cuando de pedreas y manifestaciones que fastidian a los habitantes y transeúntes de esa zona empresarial y financiera del norte de Bogotá.
 
Pero vale la pena citar otras creaciones suyas como el edificio Manuel Peraza (1920), ubicado en la antigua avenida Colón, hoy calle 13, que fuera la perta de entrada a la ciudad, por su proximidad a la estación del ferrocarril. Suele decirse que ese edificio de …. Pisos fue el  primero de la ciudad en tener ascensor.
 
También el edificio Nohora, actualmente conocido como Edificio Malkita, en la carrera 9ª. con calle 12, a espaldas de la alcaldía bogotana, en un sitio en el que hoy en día predominan negocios de propiedad de la comunidad sirio-libanesa.

El Instituto Pedagógico, en la calle 72, del cual
 hoy queda medio edificio desfigurado estéticamente
 
Esta construcción afrancesada fue encargada por el comerciante libanés de telas Melhem Nohora y sirvió de sede de una tienda de textiles de nombre Malkita.
 
De la Cruz recorrió varias zonas del país en plan profesional. Fue también interventor de las obras de reconstrucción del centro de  Manizales luego del incendio de 1925,  que fue confiado a la Casa Ullen.

Igualmente participó en la construcción de la plaza de mercado de la Concepción, principal mercado capitalino hasta comienzos de la década de 1950, cuando la ampliación de la carrera Décima obligó a su demolición. Este mercado se hallaba en la manzana comprendida entre las calles 10 y 11 y las carreras homónimas, y se levantó desde mediados del siglo XIX en predios que pertenecieron al Convento de la Concepción. Allí queda ahora la zona comercial de San Victorino.


Edificio Malkita, antes Nohora, actualmente vacío

 
Otro diseño de Pablo de la Cruz es una parte del Hospital San Juan de Dios, de la Hortúa, institución actualmente cerrada, que se edificó entre 1914 y 1926 en el lugar que hoy corresponde a la avenida Caracas con calle 1ª. Este centro asistencial también sufrió reformas cuando se amplió la Décima.
 
Seguimos en este recorrido por la obra de De la Cruz mencionando la Estación del Ferrocarril del Sur (1923), contigua a la de la Sabana y que fue demolida parcialmente.
 
Por último, Pablo de la Cruz fue el diseñador del Parque Nacional Olaya Herrera, construido en los años 30 del siglo pasado por el Ministerio de Obras Públicas y complementado con acierto por un lado con el barrio La Merced y sus casas de corte inglés al sur de ese pulmón urbano de Bogotá, y en tiempos más recientes por el conjunto de edificios empresariales al oeste.
 
¿Qué sería de Bogotá sin ese parque que algunos europeos asocian con sus ciudades?

El parque ocupa un terreno de 47 hectáreas en el que se construyeron una pérgola de piedra, vías de circulación y una gran alberca circular, se instalaron faroles y bancas y se erigió un monumento en honor de Rafael Uribe Uribe.
 
Por cierto, De la Cruz escribió sobre el Parque Nacional lo siguiente: “Para mí el principal objeto de un parque no es el de darle pulmones a la ciudad y demás palabrerías, sino que debe tener un fin educativo. (…) El parque es para el pueblo y el pueblo debe enseñarse a cuidarlo como se cuida su propiedad”.

Por último nos referimos al arquitecto para abogar por una obra suya que vivió tiempos de esplendor y que hace años se deteriora lentamente ante la indiferencia oficial y extraoficial, que terminará n por facilitar su demolición, que quizá es lo que en el fondo se busca por obvios intereses mercantiles.

Se trata de Villa Adelaida, la  casa de don Agustín Nieto Caballero, que data de 1914, cuando Chapinero era un suburbio distante poblado de quintas apacibles de aire europeo.
La casa de don Agustín Nieto Caballero en la antigua
 Carretera Central del Norte, hoy al borde de derrumbarse


Villa Adelaida dejó hace varias décadas de ser la residencia del ilustre pedagogo que fundó el Gimnasio Moderno, sirvió de sede del restaurante El Gran Vatel, luego de parqueadero y quedó sumida en la ruina. Se habló de construir allí un hotel, un centro comercial o edificios de apartamentos, e intervino el Ministerio de Cultura en 2001 para declarar el inmueble como bien de interés cultural. Desde entonces la casa se cae en medio de un limbo legal.

Su amplio terreno produce apetito a los empresarios y constructores, máxime si se tiene en cuenta que está enclavado en el centro financiero y a pocos metros del nuevo distrito gastronómico capitalino, la famosa Zona G.
 
El debate se extinguió y la casa se desvanece en medio de la basura, los rayones y blasfemias de aerosol, y es muy probable que un día decidan darle el tiro de gracia. El mismo expediente al que se acudió en el último medio siglo para destruir tanto patrimonio y tanta riqueza urbana de Bogotá.

 
 
 
Notas:

Para este perfil se consultaron varias fuentes bibliográficas, entre ellas:
 
 
Historia de las Arquitectura en Colombia, Escala, 1985
Atlas Histórico de Bogotá

 

 
 

 

2 comentarios:

  1. EL EDIFICIO AGUSTIN NIETO, LUGAR DEL HOMICIO DE GAITAN , EN QUE AÑO FUE COSTRUDIDO GRACIAS

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  2. ¿Los que queda del Instituto, deteriorado por el uso y abuso de ese centro educativo, es escenario de vez en cuando de pedreas y manifestaciones que fastidian a los habitantes y transeúntes de esa zona empresarial y financiera del norte de Bogotá.?
    Que triste en verdad que diga eso cuando la protesta es un Derecho y apuesto a que ha tenido beneficios de tan históricas manifestaciones por la dignidad de la educación en Colombia... ¿Uso y abuso? el edificio tuvo que ser demolido por el gran sismo de 1967.

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