miércoles, 16 de abril de 2014

Urbanidad y urbanistas (9) Tras las huellas de Alfredo Rodríguez Orgaz

Los habitantes de Bogotá hemos visto muchas veces la Catedral Primada y podríamos pensar que las dos torres de la iglesia mayor fueron siempre así. También –aunque menos– conocemos los edificios del Banco de la República y de la Academia de la Lengua.

Detrás de ellos está  una especie de eslabón desconocido que dejó honda huella en el urbanismo de Colombia en los años 40, 50 y 60, el español Alfredo Rodríguez Orgaz, nacido en Madrid en 1907 y quien llegó a Bogotá en 1939 huyendo de la Guerra Civil.
Alfredo Rodríguez Orgaz (Foto publicada por El Tiempo)

De Rodríguez Orgaz sabíamos exactamente eso. Que dirigió la remodelación de las torres de la Catedral y que fue el autor de la  sede de la Academia Colombiana y del edificio del Banco de la República, que remplazó al Hotel Granada en la intersección de la carrera Séptima con avenida Jiménez. Pero quizá teníamos de él una idea negativa, influenciada por críticas gratuitas propagadas en el medio local, como por ejemplo que ese edificio del emisor no tenía valor o que era simplemente una muestra de arquitectura fascista.


Las torres de la catedral eran diferentes hasta 1948

Gracias a una de las más recientes ediciones del Boletín Bibliográfico y Cultural del Banco de la República –entidad a la que sirvió Orgaz durante su estancia en Colombia– pudimos completar un cuadro completo de su carrera, que por lo demás resulta interesante.

Allí el también arquitecto Luis Fernando Carrasco Zaldúa cuenta que la gestión de la Asociación Pro Rescate de Archivos de Arquitectura (Apraa), fundada por él mismo, logró hacerse a la colección de documentos de Rodríguez Orgaz, que se hallaba en España, para el Archivo Histórico del Banco. (1)

Alfredo Rodríguez Orgaz fue uno de los arquitectos españoles que llegaron a Suramérica en lo que los estudiosos llaman “arquitecturas del exilio español”.

Graduado en 1930 en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid,  perteneció al Gatepac (Grupo de Artistas y Técnicos Españoles para el Progreso de la Arquitectura Contemporánea) y trabajó con el arquitecto vasco Secundino Zuazo.

Tras un tiempo en Yugoslavia como diplomático, al caer el gobierno republicano español Rodríguez Orgaz tuvo que exiliarse en París, donde también se encontraba Zuazo, a quien le fue ofrecido trabajo en Colombia.




Edificio de apartamentos en la cra. 5a. con 
calle 13, a un lado de la Biblioteca Luis Ángel Arango
 
 

Eran los tiempos del presidente Eduardo Santos, quien apoyó a los republicanos y les facilitó el exilio en Colombia. Zuazo, a quien el embajador colombiano, Gregorio Obregón, le ofreció trabajo en Bogotá, no aceptó pero en su lugar propuso a Alfredo Rodríguez Orgaz.

A partir de entonces comenzaría una larga relación de Rodríguez Orgaz con Colombia, que terminó en 1972, cuando regresó a Madrid, ciudad en la que murió en 1994.


Academia Colombiana, una de las obras emblemáticas


En Bogotá el arquitecto trabajó en Ingecon, firma fundada por el también español Enrique García-Reyes,  y en Child Dávila, Luzardo y Cia.

De esta asociación (1941) es el trabajo de rediseño del edificio Pedro A. López (luego Federación de Cafeteros y hoy Ministerio de Agricultura), como lo atestigua una placa apenas visible en el muro de la esquina de la avenida Jiménez con carrera Octava. Ese edificio había sido construido por Robert Farrington y la ampliación de la Jiménez obligó a modificarlo.



Pero lo que marcaría a Rodríguez en Colombia sería la relación con el banco central. De esa época quedan numerosas obras, como la casa de la hemeroteca del banco, que ahora alberga la Colección Botero y que fue construida en reemplazo del palacio arzobispal y la nunciatura, destruidos el 9 de abril de 1948. Allí también funcionó por algún tiempo el Consejo de Estado.

Por encargo del banco, el arquitecto Rodríguez Orgaz diseño o reformó varias de las sedes en ciudades como Barranquilla, Cúcuta, Girardot y Buenaventura; planeó la sede administrativa de las salinas de Zipaquirá, y –atérrense–, fue uno de los autores de­ la primera Catedral de Sal.

También construyó el edificio de apartamentos encargados por Federico Lleras Restrepo (carrera 5ª. con 12), y el Instituto del Carmen (hoy Colegio Champagnat, La Magdalena).


Patio de San Bartolomé

Dos de sus obras más destacadas, a nuestro juicio, son el palacio cardenalicio que renovó la esquina suroriental de la Plaza de Bolívar y el patio de San Bartolomé, una plazuela que resultó de descubrir la esquina adyacente.
 





 
 

Distintas vistas del Palacio arzobispal









Son también creaciones de Alfredo Rodríguez Orgaz la iglesia de San Alfonso María de Ligorio, con notables influencias escurialenses, localizada en el barrio de la Soledad, sobre la avenida 28, cuyo interior fue decorado con parte de los ornamentos de la iglesia de Santa Inés, demolida en los años 50 para permitir la ampliación de la carrera Décima.

Igualmente diseño el edificio del Instituto Caro y Cuervo en la hacienda de Yerbabuena, en la Sabana de Bogotá.
 
 
Más recientes y de poco antes de dejar a Colombia, son trabajos como la Academia Colombiana, en la carrera Tercera con Jiménez, hecha para sustituir de la que existió en la Séptima, demolida para poder ampliar la calle 19; el Liceo Francés (calle 87 con Octava) y varias residencias particulares.


Sede del emisor que en los 50 reemplazó al Hotel Granada

Poco se habla hoy de Rodríguez Orgaz al hablar de urbanismo en Colombia, acaso por algo de chauvinismo. Pero la tarea realizada en las dos temporadas que vivió en Colombia, en tres décadas, nos hablan de un profesional que dejó  un recorrido importante, principalmente en Bogotá, y eso basta para preservar su memoria.

(1)  Carrasco Zaldúa, Luis Fernando. Alfredo Rodríguez Orgaz y su archivo de arquitectura, en Boletín Cultural y Bibliográfico. Bol. 46 Num. 83. 2012

 
 

Embajada de Ecuador, típica residencia de R. Orgaz en el barrio Chicó
Sede de la Embajada de España, en la calle 92