martes, 30 de agosto de 2016

Proa, setenta años navegando por aguas urbanas


 
Proa, la parte delantera de una embarcación, con la cual corta las aguas, fue el nombre escogido en 1946 por un grupo de arquitectos para lanzar una revista sobre esa profesión que comenzaba a desarrollarse entonces en Colombia.
 
Fue fundada un mes de agosto, lo cual indica que Proa está cumpliendo 70 años y sus directivos actuales trabajan en su relanzamiento y la utilización de redes y tecnología para mantener viva la valiosa publicación. Proa funciona hace años en una casa ubicada en la frontera borrosa entre La Magdalena, Santa Teresita y La Soledad, en la 39 con 17.
 
“Estamos en un momento muy interesante”, nos dijo allí el arquitecto y catedrático Lorenzo Fonseca, su director hace casi cuatro décadas, y reveló que la colección está escaneada y lista para subir a la página web. Mientras tanto, Proa se mueve también por Facebook. (1)
 
El arquitecto Lorenzo Fonseca, director de Proa desde hace casi cuatro décadas
 
Pero volviendo a los orígenes, la publicación mensual coincidió con el nombre de la revista que fundara Jorge Luis Borges en Argentina en 1922.
 
 
El primer número de la Proa colombiana apareció en agosto de 1946 y sus directores eran Carlos Martínez, Jorge Arango y Manuel de Vengoechea. La bandera de la publicación indica también que su secretaria administrativa era Elvira Mendoza, que luego se destacaría como promotora y directiva de revistas internacionales como Vanidades.
 
Las oficinas de Proa funcionaron en la calle 16 número 9-23 Apartamento 304. El ejemplar costaba 0,50 y  la suscripción 6,00 pesos y en el extranjero USD$ 6,00. (2)
 
El primer número tuvo como contenido alrededor de quince artículos, entre ellos dos sumamente interesantes a nuestro juicio. El que resume la Avenida de las Américas, obra de ensanche vial de la capital impulsada para la IX Conferencia Panamericana, que se celebraba en Bogotá por los días del 9 de abril de 1948.
 
Y un artículo sobre la pobreza y el atraso de ciertas zonas de Bogotá que reclamaban urgentemente una intervención.
 
Al menos durante las primeras diez ediciones, las portadas de Proa no tuvieron imagen distinta a la del nombre de la revista y un dibujo austero.
 
 
Años más tarde, en 1952, cuando ya alcanzaba más de 60 ediciones mensuales, la revista registraba como dirección la calle 13 no. 9-20 Oficina 425 y teléfono 16197. (3)
 
Se trata del edificio Vásquez,  declarado bien de interés cultural y que se mantiene aún en buen estado en una zona de tiendas de telas para ropa.
 
Para entonces la dirección estaba solo en manos de Carlos Martínez y como secretaria oficiaba Alicia Cardozo de Vélez.
 
 
 
Lo curioso es que esta misma era una de las empresarias, con Norah Wells de Cahn-Speyer, de la firma Cardozo y Wells, que aparece como anunciante en la revista, como se ilustra aquí mismo. Lo cual demuestra que la liberación femenina o la presencia de la mujer en los negocios era ya un hecho. 
 
Los fundadores  
 
Carlos Martínez nació en 1906 en Subachoque (Cundinamarca). Estudió en el Instituto Técnico Central Lasalle, de Bogotá, y luego se fue a estudiar Arquitectura en París, en la Academia de Bellas Artes. En la Ciudad Luz también asistió al Instituto de Urbanismo. Además, obtuvo el título de ingeniero-arquitecto otorgado por la Escuela Nacional de Obras Públicas de París. Y hacia 1930 ingresó al Instituto de Altos Estudios Urbanos de la Universidad de París, donde se graduó con honores con el título francés de Urbanista. 
 
A su regresó a Colombia participó en la fundación de la Sociedad Colombiana de Arquitectos y la creación de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de Colombia. En 1936 fue nombrado director del Departamento de Edificios Municipales.
 
Por su parte Jorge Arango Sanín nació en Bogotá en 1916. Estudió en la Universidad Católica de Santiago de Chile. Después lo hizo en la Universidad de Harvard. En Estados Unidos trabajó en el Departamento de Housing and Urban Development.
 
Fue profesor en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de Colombia. Fundó la fábrica de muebles Artecto y fue jefe de la Dirección de Edificios Nacionales del Ministerio de Obras Públicas y presidente de la Sociedad Colombiana de Arquitectos. Murió en 2007 en Miami, donde vivió casi 50 años. (4)
 
Finalmente Manuel de Vengoechea, de quien nos ocupamos hace algunos meses en nuestra serie “Tras las huellas de ….” nació en París en 1911 y  estudió en la Escuela Superior de Bellas Artes. Llegó en 1931 a Colombia, donde fundó la firma Manuel de Vengoechea y Compañía, en compañía del  recordado profesor y artista catalán José de Recasens y de Manuel Robayo.
 
Trabajó en la polémica remodelación de la Plaza de Bolívar para el cuarto centenario de la capital y alcalde de la ciudad por semanas, luego del 9 de abril.
 
De algunas de sus obras nos ocupamos en el perfil anotado, pero recordamos de Vengoechea es el autor del edificio conocido por su apellido, que ahora es parte del complejo de la Biblioteca Luis Ángel Arango.
 
En tiempos modernos, la dirección ha estado en manos de Lorenzo Fonseca, arquitecto de la Universidad Nacional de Colombia, especializado en Planeación para el Desarrollo en el Londres, catedrático de varias facultades de arquitectura y autor de numerosos libros.
 
 
Pasaron siete décadas y para celebrarlas los arquitectos Lorenzo Fonseca,  Claudia Burgos y Jorge Caballero trabajan en el relanzamiento de la revista, ahora por medios electrónicos.
 
Lorenzo Fonseca y Claudia Burgos en
 el despacho del director de Proa
 
“Se abrió un campo enorme de entusiasmo”, señaló Claudia Burgos y añadió que “ahora habrá continuidad con las nuevas tecnologías”. (5)
 
Se escaneó toda la colección (cerca de 450 números), se creó un índice y se modernizará la página web gracias al patrocinio de una gran generosidad de los amigos de Proa, nos dice Fonseca, quien admite que las nuevas generaciones de arquitectos y estudiantes no conocen la publicación.
 
En septiembre, mes del patrimonio, se va a hacer la presentación en asocio con Museo de Bogotá 
 
Proa se ha convertido en un referente para el estudio de la época por la publicidad que incluía  en sus páginas, que por lo demás no se limitaba a firmas de arquitectos, servicios profesionales, o materiales y equipos de construcción.
 
Hay incluso en proceso de publicación un estudio de maestría sobre la publicidad de los 50, basado en el estudio de la revista.
 
"Estamos en este momento recuperando el pasado, poniéndonos al presente y preparando el futuro”, puntualizó el director de Proa.
 
Notas
 
(1)   Entrevista personal. Agosto 24 de 2016.
(2)   Revista Proa. Edición no. 1 – Abril 1946
(3)   Revista Proa. Varios números – 1952
(5)   Entrevista personal. Agosto 24 de 2016
 
 
 
 

 

 


 

 

 

 
 
 

1 comentario:

  1. Por favor busco entrar en contacto con el Arq. Lorenzo Fonseca.
    Gracias.
    Reinaldo Tibaduiza 3202605401

    ResponderEliminar