viernes, 2 de septiembre de 2016

Talleres Grijalba

 
El sello de Grijalba en los postes de la verja
 de hierro del palacio presidencial
 
La aparición de la construcción moderna en la primera mitad del siglo XX en Colombia demandó materiales y servicios que formaron pronto una industria. Si bien en un comienzo técnicas e insumos eran importados, surgieron proveedores y productores propios de los que dan cuenta las publicaciones y la publicidad de la época.

 
Uno de los sectores que reclamaban las construcciones de la época fue el de las estructuras, ventanería y ornamentación metálica, en el que se destacaron varias empresas, como  Talleres Grijalba, de la cual queda una impronta en la capital de la república, por cierto ligada al poder y a la historia, toda vez que su sello pervive en las verjas del propio palacio presidencial.
 
 
Portón de acceso y verja en palacio
 
La revista Proa nos sirvió ampliamente para este capítulo, si bien como se dice, la historia está ahí, como veremos.

 
Lo decimos porque en la revista fundada por Carlos Martínez en los años 40 se encuentran anécdotas fascinantes que sirven para construir esta historia. 

 
Un aviso comercial de 1952 muestra un interesante producto de Grijalba, las casetas de pago de peaje de la Autopista del Norte, que comenzaba metros adelante del actual Monumento de los Héroes. La gráfica indica que la tarifa era de 0,30 cvs. para todo vehículo. (1)
 
Aviso de la empresa en la Revista Proa en los 50 
 
Pero vayamos a la historia. La empresa fue fundada en 1925 por Ignacio Grijalba Rodríguez, oriundo de Samacá, Boyacá, quien aprendió el arte de la siderurgia y el comercio del hierro de la familia de ingenieros Corradine, de origen británico, que fundaron la famosa ferrería de La Pradera, Cundinamarca. (2)

 
Grijalba, que falleció en 1941, produjo en un comienzo repuestos para maquinaria agrícola importada, turbinas pelton, trapiches, planchas y calderas para estufas; campanas de bronce para las iglesias; postes en hierro fundido para el alumbrado de las calles y bancas para parques, entre otros artículos.

 
De acuerdo con sus registros, la empresa fue una de las primeras fabricantes de ventanas de hierro para casas y edificios. En 1938 la razón social era Grijalba E. e hijo. La empresa competía entonces con Talleres Centrales en el mercado de la ventanería metálica fabricada con perfiles importados de Estados unidos y Bélgica.

 
Al morir Grijalba Rodríguez, su hijo Ignacio Grijalba Díaz creó una sociedad anónima asociado con empresarios, Grijalba y Martínez S.A.

 
También trabajó en la industria Jorge Enrique Grijalba Díaz, quien se separó en 1956 de la empresa para crear la suya propia.

 
Este último  trabajó en la fabricación de ventanería en lámina prensada, puertas corta-fuego, puertas de seguridad, puertas telescópicas y otros elementos de construcción.

 
 

Con motivo de los graves hechos sucedidos en Bogotá en 1948, la compañía se puso a la orden de los damnificados con la destrucción y el saqueo, como lo ilustra esta imagen de la prensa de la época, no sin antes declararse conmovida con los hechos, que en todo caso le abrieron oportunidades de trabajo.

Años después la empresa se conocería como Talleres Grijalba a secas, como en 1979, cuando se inauguró el actual Palacio de Nariño y la compañía elaboró la verja que circunda la casa de gobierno, así como los portones exteriores, con todo y sus escudos en bronce, y las barandas interiores.

 
Grijalba Construcciones Metálicas trabajó con las más importantes firmas de la época, como  Pizano, Pradilla & Caro, Obregón y Valenzuela, Cuéllar, Serrano, Gómez, Hernando Vargas Rubiano, Manrique Martín e hijos, Noguera Santander, Cleves Nariño, Martínez Cárdenas y Cia., Ibáñez & Manner, Néstor Gutiérrez Bolívar y hermanos,  Lanzetta Pinzón, Angulo y Benincore Ltda. y Miguel Silva Chereau, entre otras.

 
Acudimos una vez más a Proa para conocer otros clientes de Grijalba.

 
Las ventanas del edificio Marulanda Grillo, luego denominado edificio Exprinter, en la Jiménez con carrera 6ª, fueron fabricadas por la empresa.

Edificio Marulanda Grillo, hoy Edificio Exprinter
 
 
Así mismo, la parte metálica de las ventanas del edificio Esso Colombiana y Cudecom, el famoso edificio de la avenida caracas con 19, trasladado de lugar en los años 70, en este caso con material importado de Bélgica.

 
El inventario incluye también el edificio Bachué, las Torres San José, y su vecino el edificio de apartamentos de Guillermo Bermúdez, en la carrera 7ª con 82; el Ministerio de Salud (7ª con 32) y el edificio de apartamentos Manhattan, de Arturo Robledo, en la 5ª con 73.

 
Además la torre residencial Bavaria en el conjunto de edificios del Centro Internacional, el   Centro Administrativo Distrital, conocido popularmente como el Catastro; y como si fuera poco la Torre Colpatria,  y la Fiscalía General de la Nación , amén de varias urbanizaciones de la Organización Luis Carlos Sarmiento Angulo.

 
Grijalba se especializó y destacó más tarde en puertas cortafuego, como el edificio BBVA en la carrera 7ª con calle 72, el Edificio Mazuera y la Cámara de Comercio de Bogotá.

 
Grandes obras de la firma en años más recientes fueron el nuevo Palacio de Justicia, donde instaló barandas y ventanas.

 
En dos casos relativamente recientes, obras que contaban con trabajos de esta firma sufrieron atentados terroristas. El edificio de Occidental Petroleum (carrera 11 con calle 76) y el Club El Nogal.

 
Capítulo aparte merecen las verjas, barandas, rejas en forja, escudos, en fin, la ornamentación del Palacio de Nariño, que por razones profesionales nos han protegido durante muchos años en el buen sentido de la palabra.


 
Pasamanos de escaleras en la Casa de Nariño
 
 
La sabiduría popular habla de que este cerramiento de fuertes vigas de hierro es no solo un elemento ornamental, sino un importante elemento de protección y seguridad, pues, como se recuerda,  en los sucesos del 9 de abril de 1948 las turbas intentaron entrar a palacio y no faltó mucho para lograrlo. De ahí que cuando se construyó la sede entre 1976 y 79, se dotó de una alta seguridad que exige la sede del poder ejecutivo.

 
Hoy en día esta industria continúa trabajando para empresas de construcción pesada y en instalaciones de seguridad complejas. (4)

 

Notas
 

(1)   Proa edición 69 1952
(3)   El Tiempo. Bogotá, 12 de abril de 1948
     (4)   La nobleza del metal. Grijalba 50 años. Edición limitada. Cargraphics, Bogotá,    2007

 

 

 

 



 

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