martes, 11 de agosto de 2015

La calle de los anticuarios

Capilla de Santa María de los Ángeles, a cuyo alrededor
se formó la vía de las antigüedades en el norte de Bogotá
 
 
La calle 79B, una vía estrecha y empinada que sube desde la carrera 9ª hacia el oriente, o baja desde la 7ª al occidente, en el barrio bogotano de El Nogal, se convirtió hace pocos años en la Calle de los Anticuarios y pasó a ser atractivo no solo para coleccionistas, sino también para caminantes y turistas.
 
Todo porque prosperaron negocios de antigüedades en la zona, de la misma manera que,  por esa particularidad de Bogotá, hay zonas de tiendas de artículos eléctricos, zonas de tiendas de bicicletas, zonas de almacenes de muebles, zonas de ventas de lámparas, zonas de negocios de repuestos, zonas de ópticas; zonas de instrumentos musicales y muchas especialidades más.
 
La Calle de los Anticuarios vista hacia
el occidente, con sus problemas de parqueo
En esta bella casa hay un jardín infantil
 
 
   
Pero ese camino tan particular, sin andenes pero con árboles a lado y lado, en algún tiempo fue una tranquila calle de barrio y mucho antes fue parte de una hacienda familiar ligada a la historia de la república y a ilustres apellidos.
 
Sin ir muy lejos, antes de su atractivo actual –los anticuarios–, la 79B era una calle que se desprendía de la capilla de Santa María de los Ángeles o que terminaba al pasar a lado y lado de la pequeña iglesia que perteneciera a los Holguín, una familia en la que hubo presidentes, lingüistas, músicos, pintores, escritores, filósofos y diplomáticos.  
 
Fue precisamente en ese sitio donde estuvo la casa solariega de don Carlos Holguín,  presidente a finales de siglo –como lo fueron su hermano Jorge y su cuñado Miguel Antonio Caro– y de su esposa Margarita. La capilla fue construida gracias a Margarita Holguín y Caro en un extremo de la vía, en la que surgieron poco a poco las residencias de otros holguines.
 
 
            
 
 El altar de la Santa María de los Ángeles y la tumba de Carlos Holguín.
Los murales  y el relieve en piedra son obra de su hija Margarita
 
La pequeña capilla se construyó en 1920 y en 1948 la familia la confió al cuidado de los hermanos agustinos. (1)
 
El templo de pequeña factura tiene planta cruciforme y en los extremos se encuentran las tumbas de Carlos Holguín y Margarita Caro de Holguín. Carlos Holguín Mallarino (1832-1894) fue presidente de la República entre 1888-1892.
 
Daniel Arango muestra unas pinceladas que sirven para este esbozo de historia de la calle bogotana. Recuerda su amistad con el poeta y humanista Andrés Holguín, a quien conocimos y admiramos en la adolescencia. Arango cuenta que en la calle semiprivada que partía por detrás de la Santa María de los Ángeles residían algunos de los Holguín, razón por la cual los amigos llamaban ese sitio ‘Holguinópolis’. (2)
 
La iglesita, que estuvo de moda durante años para matrimonios, guarda recuerdos de la familia donante como el lienzo del altar, que muestra a la Virgen y San José mirando al niño y protegidos por ángeles en un cobertizo de paja, con un rebaño a sus pies. Pues esa pintura es  obra  de la pintora y escultora Margarita Holguín y Caro, hija del presidente, nacida en 1875 y fallecida en 1959.
 
 
 La casa de la izquierda, de las más antiguas y próximas a la iglesia, está
 vacía hace más de dos años. Más abajo su vecina en buen estado y en uso.
 
La zona se consolidó en los años 40 y 50 y en 1953 la capilla pasó a ser Parroquia de Santa Mónica, si bien se le conoce con el otro nombre.
 
Salvo contadas excepciones, las casas de la 79B se mantienen casi sin alteraciones en pleno 2015. Y suponemos que no han sido pocas las presiones para demolerlas y llenar esa cuesta de los anticuarios de torres de apartamentos, como ya ocurrió hace dos y tres décadas en la calle del norte y la del sur que enmarcan este cachaquísimo lugar.
 
 
 
A lado y lado de la vía, en un  trayecto de 300 metros, hay tres restaurantes –uno de ellos se transforma en bar en las noches–, una galería de arte, una inmobiliaria, una peluquería, un negocio de decoración, un jardín infantil, una tienda de papeles finos, una tienda de regalos para niños, una tienda de ropa de mujer, otra de ropa para bebé y varias oficinas profesionales.
 
 
 
Otros dos negocios de la 79B amigables con el estilo de dos antiguas casas de familia
 
Hay, por supuesto, anticuarios, sobreviven solamente dos casas de familia y una de las casas es la casa cural de Santa Mónica.
 
Y a un lado, con frente sobre la 7ª  se encuentra el edificio residencia de los agustinos que regentan la parroquia, que son los mismos que dirigen el Liceo de Cervantes El Retiro, cuatro cuadras al norte.
 

 
Costado de la iglesia de Santa María de los Ángeles. Detrás, el
edificio vivienda de los agustinos. La calle da la vuelta al templo.
 
Aunque el área está protegida por las normas de conservación urbana, al menos tres predios fueron transformados y uno se halla en plena construcción. La mayoría de las construcciones de la 79B entre 7ª y 9ª está inscrita como Inmuebles de Interés Cultural del Ámbito Distrital. Ello no impide que algunos de los predios hayan sido excluidos,  demolidos o alterados.
 
Alfonso Guzmán Pinto, arquitecto y presidente de la Asociación de Anticuarios de Colombia, me dijo que “en tiempos de apogeo llegó a haber 20 anticuarios. Ahora quedan ocho”.
 
 
Anticuario de Alfonso Guzmán y restaurante Il Tinello.
A la derecha, El Bandido, bistró situado al final de la calle.
 
Guzmán, que tiene su tienda de antigüedades en la 79B desde hace 25 años, recuerda que el primer anticuario que hubo en ese lugar fue el de las hermanas Julia y Belén Casas, hace más de tres décadas.
 
Añadió que lo interesante es que alrededor de los anticuarios surgieron otro tipo de establecimientos, como por ejemplo restaurantes y galerías de arte.
 
Actualmente el pavimento de la calle está bastante deteriorado, lo cual no es raro en la Bogotá de los últimos años. Pero independientemente de visiones de clase, la zona debería merecer la atención de las autoridades.
 
La calle de los anticuarios es, en fin, un tema que aparece en nuestro cuento “Calle de lágrimas”, que publicaremos en breve.
 


(2) ARANGO, Daniel. Andrés Holguín en el recuerdo.
Thesaurus Tomo LIII, Núm. 3 (1988)

 

 
 

 

 

 

 

 
 

 

 

 

 

 

Tumba de Carlos Holguín. Relieve realizado por su hija Margarita Holguín y Caro en el extremo sur de la capilla de Santa María de los Ángeles, Bogotá.

 

 

4 comentarios:

  1. Qué gran artículo. Sin duda alguna, extrañaba mucho sus publicaciones. Espero venga otra en camino. ¡Saludos!

    ResponderEliminar
  2. Don Guillermo, que blog maravilloso. Espero que haga un artículo sobre el Barrio Santa Fe y su relación con la comunidad Judía. Vale la pena también hablar del antiguo Colegio Colombo Hebreo de Teusaquillos, ahora una sede de la Defensa Civil. Puede tambien hacer uno sobre las distintas sedes de las Sinagogas de Bogotá y los cementerios Judíos. Un saludo.

    ResponderEliminar
  3. Puede llegar a aer muy interesante, pero porque no muestran imágenes de vendedores con sus productos antigüos en su venta, muy linda la información sobres la capilla y su legado de apellidos, al igual me inyeinte más su tema central que es la venta de productos antiguan.

    ResponderEliminar