viernes, 28 de enero de 2022

El estilo “californiano”



El estilo californiano –o lo que en Colombia se conoce como tal– fue muy utilizado en Bogotá para construir viviendas en la década de los años 70 por sectores acomodados.

Diversos estudios señalan que el estilo californiano tiene características como volúmenes altos y arcos y formas circulares y cubiertas de tejas españolas.

Y se dice que surgió de Hollywood; de ahí el término californiano. También lo equiparan con el estilo neocolonial.

De donde tendríamos por californianas muchas casas de barrios residenciales de Medellín, Cali, Barranquilla, Cartagena e incluso Bogotá en la década de los años 40. O de Caracas, Maracaibo, Panamá, Lima y, desde luego, La Habana.

Y también que las viviendas de Florida, tan imitadas en ciudades de América Latina y el Caribe a partir de los 70, son californianas modernas. De cartón.

Pero en bogotano, estilo californiano (o californiano moderno) significa ladrillo a la vista, ventanas con marcos blancos (a menudo bay windows), chimeneas y un elemento fundamental, las tejas de shingle –negras casi siempre, pero eventualmente verdes–, llamadas en otros lugares pizarra.

Exactamente las casas que se armaban en el juego de Estralandia, inolvidablemente hecho en Medellín por la empresa de productos plásticos Estra y que ha renacido para el placer de los que jugamos con sus fichas y, mucho más, lanzó nuevos productos que constituyen un Lego colombiano.

Aunque al parecer hay otros países en los que se entiende el término californiano para designar estilos similares de viviendas.


Es importante indicar que Estados Unidos abundan las viviendas de las mismas características, como se puede ver en estas casas situadas en áreas populares y de estratos altos en sectores de Des Moines (Iowa), en la región del Midwest.

El caso es que en Bogotá aparecieron en El Chicó y Santa Bárbara (central y alta), y en menor grado en Rosales y Santa Ana, La Carolina y La Calleja. Hay algunos ejemplares tardíos en Rosales y Santa Ana. También en algunos casos se hicieron de dos en dos en Santa Bárbara.




A finales de los 70 el modelo se masificó y llegó a la clase media, de la mano de constructoras como Pedro Gómez y Compañía, en el barrio capitalino Recreo de los Frailes.

Con el estilo en cuestión se institucionalizó también una serie de objetos: Las rejas, las contraventanas, los picaportes de hierro forjado, los topes para asegurar las persianas contra el viento, pasadores, pestillos y herrajes de bronce para puertas y ventanas.

No sería fácil hacer un inventario del número de este tipo de viviendas que hubo en Bogotá, Las que quedan constituyen un testimonio valiosísimo para conocer y mantener este estilo como patrimonio.

El tema está abierto.




 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


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