Detrás de ellos está una especie de eslabón desconocido que dejó
honda huella en el urbanismo de Colombia en los años 40, 50 y 60, el español Alfredo
Rodríguez Orgaz, nacido en Madrid en 1907 y quien llegó a Bogotá en 1939
huyendo de la Guerra Civil.
Alfredo Rodríguez Orgaz (Foto publicada por El Tiempo) |
De Rodríguez Orgaz sabíamos exactamente eso. Que dirigió la remodelación de las torres de la Catedral y que fue el autor de la sede de la Academia Colombiana y del edificio del Banco de la República, que remplazó al Hotel Granada en la intersección de la carrera Séptima con avenida Jiménez. Pero quizá teníamos de él una idea negativa, influenciada por críticas gratuitas propagadas en el medio local, como por ejemplo que ese edificio del emisor no tenía valor o que era simplemente una muestra de arquitectura fascista.
Las torres de la catedral eran diferentes hasta 1948 |
Gracias a una de las más recientes ediciones del Boletín Bibliográfico y Cultural del Banco de la República –entidad a la que sirvió Orgaz durante su estancia en Colombia– pudimos completar un cuadro completo de su carrera, que por lo demás resulta interesante.
Allí el también arquitecto Luis
Fernando Carrasco Zaldúa cuenta que la gestión de la Asociación Pro Rescate de
Archivos de Arquitectura (Apraa), fundada por él mismo, logró hacerse a la colección
de documentos de Rodríguez Orgaz, que se hallaba en España, para el Archivo
Histórico del Banco. (1)
Alfredo Rodríguez Orgaz fue uno de los
arquitectos españoles que llegaron a Suramérica en lo que los estudiosos llaman
“arquitecturas del exilio español”.
Graduado en 1930 en la Escuela Técnica
Superior de Arquitectura de Madrid,
perteneció al Gatepac (Grupo de Artistas y Técnicos Españoles para el
Progreso de la Arquitectura Contemporánea) y trabajó con el arquitecto vasco Secundino
Zuazo.
Tras un tiempo en Yugoslavia como
diplomático, al caer el gobierno republicano español Rodríguez Orgaz tuvo que
exiliarse en París, donde también se encontraba Zuazo, a quien le fue ofrecido
trabajo en Colombia.
Edificio de apartamentos en la cra. 5a. con calle 13, a un lado de la Biblioteca Luis Ángel Arango |
Eran los tiempos del presidente
Eduardo Santos, quien apoyó a los republicanos y les facilitó el exilio en
Colombia. Zuazo, a quien el embajador colombiano, Gregorio Obregón, le ofreció
trabajo en Bogotá, no aceptó pero en su lugar propuso a Alfredo Rodríguez
Orgaz.
A partir de entonces comenzaría una
larga relación de Rodríguez Orgaz con Colombia, que terminó en 1972, cuando
regresó a Madrid, ciudad en la que murió en 1994.
Academia Colombiana, una de las obras emblemáticas |
En Bogotá el arquitecto trabajó en Ingecon, firma fundada por el también español Enrique García-Reyes, y en Child Dávila, Luzardo y Cia.
De esta asociación (1941) es el trabajo de rediseño del edificio Pedro A. López (luego Federación de Cafeteros y hoy Ministerio de Agricultura), como lo atestigua una placa apenas visible en el muro de la esquina de la avenida Jiménez con carrera Octava. Ese edificio había sido construido por Robert Farrington y la ampliación de la Jiménez obligó a modificarlo.
Pero lo que marcaría a Rodríguez en
Colombia sería la relación con el banco central. De esa época quedan numerosas
obras, como la casa de la hemeroteca del banco, que ahora alberga la Colección
Botero y que fue construida en reemplazo del palacio arzobispal y la nunciatura,
destruidos el 9 de abril de 1948. Allí también funcionó por algún tiempo el
Consejo de Estado.
Por encargo del banco, el arquitecto Rodríguez
Orgaz diseño o reformó varias de las sedes en ciudades como Barranquilla, Cúcuta,
Girardot y Buenaventura; planeó la sede administrativa de las salinas de
Zipaquirá, y –atérrense–, fue uno de los autores de la primera Catedral de
Sal.
También construyó el edificio de
apartamentos encargados por Federico Lleras Restrepo (carrera 5ª. con 12), y el
Instituto del Carmen (hoy Colegio Champagnat, La Magdalena).
Patio de San Bartolomé |
Dos de sus obras más destacadas, a nuestro
juicio, son el palacio cardenalicio que renovó la esquina suroriental de la
Plaza de Bolívar y el patio de San Bartolomé, una plazuela que resultó de
descubrir la esquina adyacente.
Son también creaciones de Alfredo Rodríguez
Orgaz la iglesia de San Alfonso María de Ligorio, con notables influencias
escurialenses, localizada en el barrio de la Soledad, sobre la avenida 28, cuyo
interior fue decorado con parte de los ornamentos de la iglesia de Santa Inés,
demolida en los años 50 para permitir la ampliación de la carrera Décima.
Igualmente diseño el edificio del
Instituto Caro y Cuervo en la hacienda de Yerbabuena, en la Sabana de Bogotá.
Más recientes y de poco antes de dejar a
Colombia, son trabajos como la Academia Colombiana, en la carrera Tercera con
Jiménez, hecha para sustituir de la que existió en la Séptima, demolida para
poder ampliar la calle 19; el Liceo Francés (calle 87 con Octava) y varias
residencias particulares.
Sede del emisor que en los 50 reemplazó al Hotel Granada |
Poco se habla hoy de Rodríguez Orgaz
al hablar de urbanismo en Colombia, acaso por algo de chauvinismo. Pero la
tarea realizada en las dos temporadas que vivió en Colombia, en tres décadas, nos
hablan de un profesional que dejó un
recorrido importante, principalmente en Bogotá, y eso basta para preservar su
memoria.
(1)
Carrasco Zaldúa, Luis Fernando. Alfredo
Rodríguez Orgaz y su archivo de arquitectura, en Boletín Cultural y
Bibliográfico. Bol. 46 Num. 83. 2012
Embajada de Ecuador, típica residencia de R. Orgaz en el barrio Chicó |
Sede de la Embajada de España, en la calle 92 |