viernes, 6 de septiembre de 2024

Vitrales



                                  


                                     Fragmento de vitral de Walter Wolff en la iglesia
 
                                de Lourdes, con la firma y dirección del autor

La historia de los vidrios de colores unidos con hilos y varillas de plomo se remonta a los tiempos del Imperio Romano, pero tuvo un auge desde el siglo XIII, con la arquitectura gótica, que utilizó el vitral en sus rosetones y ojivas, para representar escenas bíblicas y conceptos religiosos, aparte de crear una forma de iluminación multicolor dentro de los recintos.

En Colombia el arte de los vitrales en los templos y otros edificios públicos aparece, algo tardíamente, a comienzos del siglo XX en obras como la iglesia de Nuestra Señora de Lourdes, situada en Chapinero, y el Capitolio Nacional, donde se instalaron en los salones Elíptico y Boyacá trabajos hechos en el taller del francés de Gustave Pierre Dagrant. (1)

En una historia mínima del vitral en el país sobresale la figura de Walter Wolff, de quien podemos apreciar trabajos en esa especie de museos vivos que son las iglesias de Bogotá, en este caso particular, las de Lourdes, en Chapinero, el Espíritu Santo, en La Magdalena, y Santa María de los Ángeles, en El Nogal.

Eliana Paola Barragán Murilo, investigadora del Archivo General de la Nación, escogió la vida y el trabajo de Wolff para su tesis para magíster en Archivística Histórica y Memoria, en la Universidad Javeriana. La autora describe el interés del anticuario Bernardo Páez Pinzón en la obra de Wolff y en darle el lugar que se merece en la cultura nacional.


Páez, dueño del anticuario “La Niña de la Columna”, compró cerca de 500 dibujos de Walter Wolff a distintos comerciantes y familiares del escultor, y posteriormente los vendió al Archivo General de la Nación donde los documentos forman el Fondo Walter Wolff Wasserhoven. (2)

Wolff, nacido en 1906 en Düsseldorf (Alemania), llegó a Barranquilla en 1930, procedente de Barcelona.

            

               Estos vitrales del mismo templo bogotano llevan los nombres de los donantes

Por qué llegó a Colombia, es una pregunta difícil de responder, pero posiblemente, estando en España, en medio de la Guerra Civil Española, resolvió buscar un destino más seguro.

 

El escultor germano viajó a Medellín, donde vivió dos años, y en 1932 llegó a la capital del país, y abrió su taller en la calle 12 No 2-56.

 

                       
                                  Aviso del taller de Walter Wolff publicado en la revista Proa

En el trágico 1948 entregó los vitrales de la Basílica Menor de Nuestra Señora de Lourdes. En uno de ellos, que aparece en la foto, se aprecia la firma y dirección del fabricante, así como el reconocimiento del donante, como ocurre en todos los del templo chapineruno.

                          Santa María de los Ángeles

Son también de Walter Wolff los vitrales de la capilla de Santa María de los Ángeles, que regentan los padres agustinos, y los de la parroquia del Espíritu Santo (Feijóo y Sicard, 1944), de estilo neogótico, adornada por ocho vitrales a cada costado, en sendas ventanas ojivales, y otros tres en la fachada, con distintas escenas del evangelio.

                                                            

          Muy similar a los anteriores, pero este es en la iglesia 
    del Espíritu Santo, en el barrio La Magdalena 

 

Así mismo, la obra de Walter Wolff adorna el santuario de Nuestra Señora del Rosario de Las Lajas, enclavado en el cañón del río Guáitara, en las montañas de Ipiales (Nariño), y el Seminario Mayor Santo Tomás de Aquino, en Pamplona (Norte de Santander). (3)

En Bogotá se destacan, además, los vitrales del templo de los Santos Apóstoles del Gimnasio Moderno (1956), obra de Juvenal Moya, con cálculos estructurales de Guillermo González Zuleta.

Los vitrales de la capilla gimnasiana se integran a las membranas de concreto que miran hacia los cuatro puntos cardinales de la capilla, cuyo altar mira hacia el sur, con lo cual la luz de la mañana entra por el oriente y la del atardecer, obviamente, por el extremo contrario.



                   Vitrales de la capilla de los Santos Apóstoles del Gimnasio Moderno, 
                         obra de Juvenal Moya, un verdadero espectáculo de colores.


Fueron elaborados en Francia por la casa Jean Barrillet y reproducen escenas bíblicas: la Anunciación, el Nacimiento, la Huida a Egipto, Jesús entre los Doctores, el Bautismo, Jesús con los Niños y la Última Cena, y la figura de San Francisco de Asís. (4)

El vitral es elemento fundamental en el templo de Nuestra Señora de Fátima, en el barrio Santa Fe (Moya, 1954), en el cual hay murales y vitrales de Marco Ospina; en el de Nuestra Señora de La Estrella, en la sede de la Universidad de La Salle en Chapinero; y en la catedral castrense de Jesucristo Redentor (Cantón Norte), que utilizan las bóvedas parabólicas en sus estructuras. 

Por último, y sin ninguna pretensión exhaustiva, destacamos la Iglesia del Carmen, de los salesianos, situada en la zona histórica de Bogotá, cuyos vitrales reproducen especies vegetales y fueron elaborados por la reconocida Casa Zettler, de Múnich.

 

 

Notas

1.Cinco secretos que esconde el Capitolio Nacional. Colombia Visible. Cinco https://colombiavisible.com/cinco-secretos-que-esconde-el-capitolio-nacional    

Consultado el 4 de septiembre de 2024


2. Barragán Murilo, Eliana Paola. Organización de Archivos de Artistas: Estudio de los Bocetos del Vitralista Walter Wolff Wasserhoven como Parte del Patrimonio Documental Colombiano. Trabajo de grado para optar por el título de Magíster en Archivística Histórica y Memoria. Pontificia Universidad Javeriana. Facultad de Ciencias Sociales, Facultad de Comunicación y Lenguaje. Bogotá 2022.

 

3. https://www.archivogeneral.gov.co/retrato-del-poco-conocido-pintor-de-los-vitrales-mas-iconicos-del-pais

Consultado el 2 de septiembre de 2024


4. https://gimnasiomoderno.edu.co/tour-virtual/capilla/

Consultado el 4 de septiembre de 2024

 

 

 


La iglesia de Santa Bárbara de Usaquén, remodelada en 2019, estrenó 
vitrales en reemplazo de los originales, bastante deteriorados 



           Con un estilo que recuerda al brasileño de los años 60, Santa Rita  
de Casia (Antiguo Country) exhibe vitrales tras el altar



El templo de los Caballeros de la Virgen en Tocancipá (Cundinamarca), con trabajos 
elaborados por las firmas Marta y Jacques, y Arcos Vitrales Artísticos, de Medellín









martes, 20 de agosto de 2024

Bogotá y el exoeskeleton…




Hace tres o cuatro décadas, la carrera 11 a la altura de las calles 81 y 82 marcaba un tramo de esa avenida sombreada por urapanes, que se volvía angosta y se reducía de cuatro a dos carriles en dirección hacia el sur de la ciudad.


Era el barrio El Retiro y en sus inmediaciones se hallaban el parque del barrio, el colegio Nuevo Gimnasio, el edificio Gutiérrez Latorre, algunas viviendas de diversos estilos y, un poco más al sur, el Colegio Andino, que ocupaba una manzana entera, donde hoy se levanta el centro comercial del mismo nombre.



Había también un edificio de apartamentos de los años 70, una casa convertida en local de comidas rápidas y otros dos o tres locales comerciales en los cuales hubo una tienda de uniformes de colegio y otra de fotografía.


A finales de la década del 2010 se demolió el tramo occidental, es decir, el terreno que da hacia la carrera 11, y se construyó allí el edificio 8111, una torre de oficinas de 12 plantas de altura, que colinda con una antigua zona residencial que se valorizó exponencialmente y se llenó de comercio, con edificaciones como el centro comercial El Retiro, que tiene entradas y circulación entre la 81 y la 82.


Fue en el costado occidental de la carrera 11 entre 81 y 82 donde se edificó esa construcción que se caracteriza por tener la forma de exoesqueleto y utilizar el sistema estructural de tipo diagrid, o diagonales.*


El 8111 es obra del Taller de Arquitectura de Bogota y, en particular, de los arquitectos Daniel Bonilla y Marcela Albornoz. Se terminó de construir en 2019. 


Esta estructura externa, especie de esqueleto, recuerda en cierta forma el 30 St Mary Axe (o The Gherkin, de Londres), y la Hearst Tower, en Nueva York, si bien el de la capital británica tiene forma de pepino, en tanto que el de Manhattan es un añadido –por decirlo de alguna forma– de 26 pisos a la plataforma original de 6 plantas construida en 1928.


        https://handelarchitects.com/projects


El 8111 bogotano se acerca más, guardadas las proporciones, al 170 Ámsterdam Avenue, de Handel Architects, aunque este edificio ubicado en el Upper West Side de Manhattan, es de mayores dimensiones y las columnas del exoesqueleto son de forma cilíndrica. (1)


El exoesqueleto es una armazón externa que resiste toda la carga de un edificio, forma parte de su soporte estructural. (2)


“En el caso particular de 8111, nos motivó la idea de probar la fusión de arquitectura y estructura, por tanto planteamos un sistema de estructura tipo diagrid, que permite que la estructura sea la expresión de la misma arquitectura debido a las razones que enumeramos a continuación: La primera es que al ser un sistema asociado a diagonales y no a columnas rectas y vigas, es mucho más exigente en la forma como se debe integrar estructura y función, en especial para que las diagonales no irrumpan en la flexibilidad del espacio”, explicaron los creadores del proyecto para una reseña del portal de arquitectura Archdaily. (3)


El edificio bogotano tiene un amplio andén que ofrece un respiro a los transeúntes en esa zona de por sí congestionada, donde los peatones deben luchar con las bicicletas que circulan por un tramo de ciclovía.



Se destaca la transparencia del 8111, cuyos locales bancarios, oficinas y estudios pueden escudriñar se desde lejos a través de la superficie acristalada.


Es, sin duda, una agradable sorpresa para el espectador de Bogotá observar esta edificación original, que refresca el paisaje urbano.


Notas


1.

https://dearq.blob.core.windows.net/proyectos-creacion/Dearq27_06.pdf


2.

Telyatnikov, Gleb.mExoesqueletos de acero en edificios en altura. Forma, función, estudio de casos.

Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad de A Coruña. 2023

https://ruc.udc.es/dspace/bitstream/handle/2183/35796/Telyatnikov_Gleb_TFG_2023_Exoesqueletos_de_acero_en_edificios_de_altura_forma%2C_funci%C3%B3n%2C_imagen_estudios_de_casos.pdf?sequence=2&isAllowed=y#:~:text=El%20t%C3%A9rmino%20%E2%80%9Cexoesqueleto%E2%80%9D%20se%20refiere,resistencia%20a%20las%20cargas%20laterales.

Consultado el 30 de mayo de 2024


3.

https://dearq.blob.core.windows.net/proyectos-creacion/Dearq27_06.pdf

Consultado el 30 de mayo de 2024


4.

Edificio 8111 / taller de arquitectura de bogotá | ArchDaily Colombia

Consultado el 13 de junio de 2024.




(*) voz Diagrid (acrónimo del inglés del inglés diagonal grid -rejilla en diagonal, nombre registrado). Wikipedia

Consultado el 26 de julio de 2024.






viernes, 14 de junio de 2024

Ventanales

En el siglo XX, los bancos y diversas entidades estatales de servicios al público se caracterizaron por sus oficinas de atención de doble altura, amplias e iluminadas en parte de forma natural, lo cual favorecía las labores y transacciones que se realizaban en el interior.



Edificio del First National City Bank, que ha sido 
sede de numerosas sedes oficiales desde los 90


Podría decirse que en aquellos bancos, bolsas de valores o agencias municipales de trámites, de alguna manera el exterior reflejaba el interior, donde se llevaban a cabo las operaciones.


Estas condiciones eran especialmente importantes si se tienen en cuenta la limitada iluminación eléctrica en los primeros años del siglo pasado, en una época la que aún no existía la transparencia de las grandes superficies de cristal predominantes unas décadas más tarde.



   El edificio Pero A. López, luego Banco de la República, Federación 

Nacional de Cafeteros y ahora Ministerio de Agricultura, en estado de deterioro


Sin tener que remontarnos siglos atrás a las lonjas de comercio, los historiadores afirman que uno de los desafíos del arquitecto George Post al diseñar el conocido edificio de la Bolsa de Nueva York, es decir, el templo de Wall Street, fue contar “con más luz para los comerciantes".


Y "satisfizo este requisito construyendo una pared de ventanas, de 96 pies de ancho y 50 pies de alto, detrás de las columnas del pórtico". (1)



Inicialmente Caja de Crédito Agrario, obra de Cuellar 

    Serrano Gómez (1948) y hoy Banco Agrario


En las principales ciudades de Colombia se construyeron en las décadas de los años 60 y 70 ejemplos notables de sedes bancarias y municipales. Bogota, Medellin, Cali, Barranquilla, Bucaramanga y Cartagena, además de otras ciudades intermedias, se beneficiaron del amoblamiento arquitectónico de los bancos de Bogotá, de Colombia, Comercial Antioqueño, Cafetero, Popular, Industrial Colombiano, Central Hipotecario y de Occidente, entre otros, caracterizados por la tipología de edificios torre-plataforma, con zócalo de comercio que incluía una gran sede bancaria.

 

Aunque las sedes de grandes ventanales ya se conocían desde los años 40, o incluso antes, se generalizaron dos o tres décadas más tarde.


Los bancos concentrados en la antigua zona financiera del centro bogotano así lo refrendan.




El Banco de la República, del español Alfredo Rodríguez 

Orgaz, otrora símbolo de la autoridad de la banca central


La Caja Agraria, el Citibank y el Francés e Italiano, en las orillas de la avenida Jimenez (hoy Eje Ambiental) son buenos  ejemplos. Por cierto, con alusiones a las sedes bancarias de Manhattan o la zona financiera de Chicago.


Detrás de los ventanales, que filtraban la luz del sol, el público cobraba cheques, depositaba dinero, retiraba chequeras o hacía otras gestiones.


Ahora las cosas son distintas. Johana Andreína Ponte Pérez, en la bellísima tesis con la que obtuvo el máster en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universitat Politècnica de València, se refiere a la evolución en el diseño de la arquitectura bancaria:

Del espacio blindado y neutro al diáfano y cromático. (2)



                El que fuera Banco Francés e Italiano (hoy Sudameris) en la Jiménez con Octava.
              Pese a su belleza del diseño de Obregón Valenzuela, se cuestiona su vecindad con el 
          neoclásico del vecino palacio de San Francisco, que fue la Gobernación de Cundinamarca


“En las entidades bancarias de hoy en día, continúan existiendo espacios más privados igual que las tradicionales, pero no con una imagen tan hermética, cerrada, ni con restricciones visuales sino más bien configurándose espacios más permeables y diáfanos”, señala.


Y como si fuera poco, el silencio y la privacidad de la sucursal bancaria están siendo reemplazados por las transacciones electrónicas, que no obligan a salir de casa o pueden efectuarse desde un simple dispositivo de bolsillo.


Notas


1. https://www.thoughtco.com/architecture-new-york-stock-exchange-178498

consultado el 18 de marzo de 2024 


2. https://riunet.upv.es/bitstream/handle/10251/111664/Ponte%20-%20Evoluci%C3%B3n%20en%20el%20dise%C3%B1o%20de%20la%20arquitectura%20bancaria%3A%20del%20espacio%20blindado%20y%20neutro%20al%20di%C3%A1f....pdf?sequence=1&isAllowed=y

 Consultado el 20 de abril de 2024

 






Antiguo Banco de Colombia, convertido en Bancolombia, en la Octava con 12c
(Martínez Cárdenas y cia., 1949), por fuera y por dentro